Selección y expurgo de colecciones en bibliotecas

En esta ocasión vamos a hablar sobre bibliotecas, que hacia mucho que no las mencionábamos, y mas concretamente sobre dos tareas imprescindibles para mantener una buena colección: la selección y el expurgo de obras.

Como sabéis la colección es la principal característica que define a una biblioteca, por lo que es sumamente importante mantener una colección actualizada y dinámica que resulte útil.

 

SELECCION

Una buena selección de fondos hará posible contar con una buena biblioteca y dar un buen servicio a los usuarios. Además nos permitirá optimizar los recursos económicos de los que disponemos, ya que no se puede comprar todo lo que se publica ni todo lo que se necesita. También facilita que el usuario pueda encontrar obras de calidad y otras menos conocidas, evitando la influencia excesiva de la publicidad y el marketing.

En la selección intervienen factores como:

  • El tipo de biblioteca, sus objetivos y servicios.
  • El presupuesto.
  • El tipo de usuarios y sus necesidades informativas.
  • El entorno informativo.
  • La diversidad de soportes.

Para conseguir que sea un proceso objetivo, es importante contar con una «Política de Selección» que recoja, claramente y por escrito, los siguientes aspectos:

  • Quién es el responsable ultimo de la selección.
  • Qué presupuestos y recursos se tienen.
  • Qué áreas se atenderán preferentemente.
  • En que medida se van a satisfacer las demandas de los usuarios (demanda vs calidad).
  • Qué porcentaje corresponderá a cada tipo de obras (información, ficción, materias determinadas, etc.).
  • Qué relaciones se establecerán con otros centros o bibliotecas para realizar una selección compartida.

No existen criterios científicos ni totalmente objetivos para realizar una buena selección, pero sí nos podemos fijar en aspectos como:

  • Tamaño de la población: habrá que tener en cuenta el número de usuarios potenciales a los vamos a atender, así como su edad. Esto nos ayudará a determinar el volumen del fondo y su distribución por secciones.
  • Tasa de crecimiento de la población: está relacionado con el mantenimiento de la colección, ya que la colección se irá modificando según vayan variando sus usuarios. El crecimiento de la colección origina problemas de espacio e infrautilización, por lo que es necesario un mantenimiento constante. La colección debe ser activa y dinámica.
  • Presupuesto: la mayoría de los materiales bibliotecarios se compran, por lo tanto, el presupuesto influirá en la calidad y el volumen de los fondos. Una buena opción para rentabilizar las adquisiciones es a través de actividades cooperativas con otras bibliotecas.
  • Tipos de materiales que formarán el fondo: la mayoría de los materiales con los que cuenta una biblioteca suelen ser librarios, aunque debido al desarrollo de las nuevas tecnologías y de las telecomunicaciones ya es posible consultar materiales que no están físicamente en la biblioteca. La diversidad de soportes y la sobreabundancia de información son factores que dificultan la selección.
  • Tipos de materias presentes en el fondo: es importante tener en cuenta las sugerencias de los usuarios, pero como es muy difícil satisfacer los gustos de todos, siempre debe primar la opinión del bibliotecario para garantizar el equilibrio de la colección.

Una vez que hemos decidido qué volumen de fondos formarán parte de nuestra colección, la calidad, la distribución por secciones y el porcentaje entre los distintos temas, nos toca realizar la selección concreta de las obras. Para ello debemos analizar:

  • Cobertura: qué temática trata y su nivel de profundidad, el periodo de tiempo y la zona geográfica que cubre.
  • Presentación física de la obra. Las obras deben contar con encuadernaciones resistentes y deben ser fáciles de manejar. La tipografía es otra cuestión relevante, sobre todo para obras dirigidas a niños y ancianos. Con respecto a las ilustraciones, mapas y gráficos debemos analizar la cantidad, calidad, distribución y adecuación al texto. También es importante elegir obras que puedan ser actualizadas, por ejemplo, adquirir enciclopedias que incluyan una o varias actualizaciones al año.
  • Desde el punto de vista del contenido debemos fijarnos en: autor, compilaciones, traductor, editorial, fecha para conocer el grado de actualización de la obra y prologo para ayudar a situar los objetivos y contexto de la obra. En cuanto al contenido propiamente dicho tenemos que mirar aspectos como el lenguaje, estilo, exactitud, actualidad de la información, nivel científico, adecuación del tema a los usuarios, etc. También es interesante que la obra elegida cuente con indices, anexos y bibliografias para facilitar el acceso a la información.

Estos son unos criterios generales, pero dependerán del tipo de material del que se trate (obras de referencia, publicaciones periódicas, obras infantiles, etc.).

 

Infografia sobre selección de fondos en bibliotecas

 

EXPURGO

El expurgo o retirada de obras resulta primordial en una biblioteca. Lo podemos considerar como una selección en sentido negativo.

El expurgo tiene en cuenta la eficacia y vigencia de las obras. Además nos permite conseguir un mejor uso de los fondos y una gestión más ágil, ya que aumenta el dinamismo de la colección y permite ahorrar tiempo en la localización y optimizar el espacio. También ayuda a mejorar el aspecto físico de la colección.

Generalmente se expurgan obras:

  • Obsoletas o con desfase informativo.
  • Ediciones sobrepasadas por otras revisadas.
  • Aspecto fisico deteriorado.
  • Duplicados.
  • Libros incompletos.
  • Temas pasados de moda.
  • Fondos donados carentes de interés. Podemos intercambiarlos con otras bibliotecas.
  • Obras en idiomas originales ya traducidas.
  • Materiales que no se consultan.

 

Infografia sobre expurgo de obras en bibliotecas

 
 

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